Si a Ud. lo impactaron las imágenes de la película "Diamantes de Sangre", es bueno que lea esto.
los «diamantes sangrientos» se han disipado, pero ahora puede que estemos usando
«móviles sangrientos».
Una fea paradoja de nuestro tiempo es que algunos de nuestros símbolos elegantes de modernidad —teléfonos
inteligentes, portátiles y cámaras digitales— se fabrican con minerales que parecen estar produciendo asesinatos masivos y violaciones en el
Congo. Mientras a las puertas de grandes supermercados nos encontramos con colas masivas estos últimos días esperando para comprarse el
último iPhone, estoy pensando: ¿y si nosotros pudiéramos aprovechar la desesperación por nuevas tecnologías para la desesperada necesidad de
frenar las matanzas en Africa Central?
Nunca me han enviado a
una guerra más terible que la del Congo, y eso me obsesiona. Allí, he visto mujeres mutiladas, niños a quienes habían obligado a comerse la
carne de sus propios padres, niñas sometidas a violaciones que les desgarraron las entrañas. Los caudillos financian sus masacres en parte mediante la venta de minas que contienen tántalo, tungsteno, estaño y oro. Por ejemplo, el tántalo del Congo se usa para hacer elementos
eléctrónicos que van dentro de los teléfonos, ordenadores y dispositivos lúdicos como los XBOX, PSP2 y demás.
Los fabricantes han intentado acallar todo esto. quieren que veas un _gadget_ y pienses
«impecable» y no «sangre».
Aunque ahora hay un movimiento esencial presionando a las empresas para expulsar los “conflictos minerales” lejos de las cadenas de suministro. Mediante Facebook y Youtube, los
activistas están acosando a compañías como Apple, Intel y Research in Motion (quienes hacen las Blackberries) para conseguir que sus suministradores apoyen y exijan el uso de, digamos, tántalo australiano, en vez del traficado por la milicia congoleña.
Un divertido nuevo vídeo editado este fin de semana y que espera convertirse en vírico se burla tanto de Apple como de los PC. Junta a un grupo de actores holiwoodenses, una parodia de los anuncios »soy un mac / soy un pc» y sugiere que ambo se construyen a veces de minerales provenientes de
conflictos armados.
»supongo que compartimos ciertas cosas» admite Mac.
Los querellantes se han manifestado fuera de la gran apertura de la nueva Apple Store de Washington exigiendo que la compañía se comprometa a usar sólo minerales “limpios”.
El mes pasado, unos activistas *llenaron la página Facebook de Intel con peticiones para apoyar una legislación que frene el comercio de los minerales provenientes de zonas en conflicto armado. Por un tiempo, Intel deshabilitó los comentarios —creando un escándalo sobre los “minerales sangrientos” mayor del que podrían haber creado jamás los
defensores de los derechos humanos.
En parte como resultado, se adoptaron
requisitos para que las compañías informen de su uso de minerales como una enmienda a la reforma de la legislación financiera.
Una palabra de contexto: El congo oriental es el escenario de los conflictos más mortíferos desde la 2.ª Guerra Mundial, y una amplia mayoría lo considera la capital mundial de las violaciones. La guerra ya le ha costado hasta ahora la vida a casi cinco millones y medio de personas desde abril de
2007, con una factura mensual de cuarenta y cinco mil personas, según un estudio del Comité Internacional de Rescate.
No es que las compañías tecnológicas estadounidenses sean las responsables de la masacre, o que eliminando los minerales conflictivos de los teléfonos estadounidenses se vaya a detener inmediatamente la guerra. Incluso el Proyecto Ya Basta (Enough proyect), una organización anti genocidios que ha presionado
durante la presente campaña, calcula que sólo un quinto del tántalo mundial proviene de allí.
«No hay una solución mágica para la paz en el Congo», apunta David Sullivan del Enough proyect. “Pero este es uno de los impulsores del conflicto. La economía bélica debería dirigirse a resolverlo.
La administracion Obama
también debería presionar más a Ruanda para que desempeñe un papel activo en la vecina Congo (de manera inexcusable ha apoyado a una milicia y reforzado a otras mediante muchos acuerdos comerciales. Impidiendo el comercio de esas mercancía es también una pieza en el rompecabezas congoleño, y por la presión
pública, un grupo de compañías. liderarda por Intel y Motorola están desarrollando en este momento un proceso para auditar los orígenes del
tántalo en las cadenas de suministros.
Previamente los fabricantes se han decantado por declaraciones de los suministradores de que no provienen del Congo oriental, sin verificación. Auditar la cadena productiva hasta las
fundiciones para determinar si los minerales son limpios o sangrientos añadiría un centavo al precio del teléfono, según el Enough Project,
quien dice que las cifras se originaron con la industria.
«Apple asegura que sus
productos no contienen minerales sangrientos porque es lo que sus proveedores le dicen», afirma Jonathan Hutson, del Enough Project, « la gente está diciendo que esa respuesta no es suficiente. Por
eso hay estos movimientos de base, para que como consumidores podamos elegir comprar sin conflicto». Algunas ideas sobre lo que los consumidores pueden hacer están en raisehopeforcongo.org .
Quizá seamos capaces de empobrecer a algunas de las milicias más brutales, simplemente dejándoles claro a los fabricantes electrónicos que no queremos que nuestros gadgets enriquezcan a los pistoleros sádicos. Ni un teléfono, ni tablet pc pueden
considerarse “guays” si podrían estar ayudando a perpetuar una de las guerras más brutales de este planeta.
los «diamantes sangrientos» se han disipado, pero ahora puede que estemos usando
«móviles sangrientos».
Una fea paradoja de nuestro tiempo es que algunos de nuestros símbolos elegantes de modernidad —teléfonos
inteligentes, portátiles y cámaras digitales— se fabrican con minerales que parecen estar produciendo asesinatos masivos y violaciones en el
Congo. Mientras a las puertas de grandes supermercados nos encontramos con colas masivas estos últimos días esperando para comprarse el
último iPhone, estoy pensando: ¿y si nosotros pudiéramos aprovechar la desesperación por nuevas tecnologías para la desesperada necesidad de
frenar las matanzas en Africa Central?
Nunca me han enviado a
una guerra más terible que la del Congo, y eso me obsesiona. Allí, he visto mujeres mutiladas, niños a quienes habían obligado a comerse la
carne de sus propios padres, niñas sometidas a violaciones que les desgarraron las entrañas. Los caudillos financian sus masacres en parte mediante la venta de minas que contienen tántalo, tungsteno, estaño y oro. Por ejemplo, el tántalo del Congo se usa para hacer elementos
eléctrónicos que van dentro de los teléfonos, ordenadores y dispositivos lúdicos como los XBOX, PSP2 y demás.
Los fabricantes han intentado acallar todo esto. quieren que veas un _gadget_ y pienses
«impecable» y no «sangre».
Aunque ahora hay un movimiento esencial presionando a las empresas para expulsar los “conflictos minerales” lejos de las cadenas de suministro. Mediante Facebook y Youtube, los
activistas están acosando a compañías como Apple, Intel y Research in Motion (quienes hacen las Blackberries) para conseguir que sus suministradores apoyen y exijan el uso de, digamos, tántalo australiano, en vez del traficado por la milicia congoleña.
Un divertido nuevo vídeo editado este fin de semana y que espera convertirse en vírico se burla tanto de Apple como de los PC. Junta a un grupo de actores holiwoodenses, una parodia de los anuncios »soy un mac / soy un pc» y sugiere que ambo se construyen a veces de minerales provenientes de
conflictos armados.
»supongo que compartimos ciertas cosas» admite Mac.
Los querellantes se han manifestado fuera de la gran apertura de la nueva Apple Store de Washington exigiendo que la compañía se comprometa a usar sólo minerales “limpios”.
El mes pasado, unos activistas *llenaron la página Facebook de Intel con peticiones para apoyar una legislación que frene el comercio de los minerales provenientes de zonas en conflicto armado. Por un tiempo, Intel deshabilitó los comentarios —creando un escándalo sobre los “minerales sangrientos” mayor del que podrían haber creado jamás los
defensores de los derechos humanos.
En parte como resultado, se adoptaron
requisitos para que las compañías informen de su uso de minerales como una enmienda a la reforma de la legislación financiera.
Una palabra de contexto: El congo oriental es el escenario de los conflictos más mortíferos desde la 2.ª Guerra Mundial, y una amplia mayoría lo considera la capital mundial de las violaciones. La guerra ya le ha costado hasta ahora la vida a casi cinco millones y medio de personas desde abril de
2007, con una factura mensual de cuarenta y cinco mil personas, según un estudio del Comité Internacional de Rescate.
No es que las compañías tecnológicas estadounidenses sean las responsables de la masacre, o que eliminando los minerales conflictivos de los teléfonos estadounidenses se vaya a detener inmediatamente la guerra. Incluso el Proyecto Ya Basta (Enough proyect), una organización anti genocidios que ha presionado
durante la presente campaña, calcula que sólo un quinto del tántalo mundial proviene de allí.
«No hay una solución mágica para la paz en el Congo», apunta David Sullivan del Enough proyect. “Pero este es uno de los impulsores del conflicto. La economía bélica debería dirigirse a resolverlo.
La administracion Obama
también debería presionar más a Ruanda para que desempeñe un papel activo en la vecina Congo (de manera inexcusable ha apoyado a una milicia y reforzado a otras mediante muchos acuerdos comerciales. Impidiendo el comercio de esas mercancía es también una pieza en el rompecabezas congoleño, y por la presión
pública, un grupo de compañías. liderarda por Intel y Motorola están desarrollando en este momento un proceso para auditar los orígenes del
tántalo en las cadenas de suministros.
Previamente los fabricantes se han decantado por declaraciones de los suministradores de que no provienen del Congo oriental, sin verificación. Auditar la cadena productiva hasta las
fundiciones para determinar si los minerales son limpios o sangrientos añadiría un centavo al precio del teléfono, según el Enough Project,
quien dice que las cifras se originaron con la industria.
«Apple asegura que sus
productos no contienen minerales sangrientos porque es lo que sus proveedores le dicen», afirma Jonathan Hutson, del Enough Project, « la gente está diciendo que esa respuesta no es suficiente. Por
eso hay estos movimientos de base, para que como consumidores podamos elegir comprar sin conflicto». Algunas ideas sobre lo que los consumidores pueden hacer están en raisehopeforcongo.org .
Quizá seamos capaces de empobrecer a algunas de las milicias más brutales, simplemente dejándoles claro a los fabricantes electrónicos que no queremos que nuestros gadgets enriquezcan a los pistoleros sádicos. Ni un teléfono, ni tablet pc pueden
considerarse “guays” si podrían estar ayudando a perpetuar una de las guerras más brutales de este planeta.
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