Efecto invernadero
* Posted by Sandra Varela Fernández
* September 29, 2009
Las emisiones de gases de efecto invernadero representan menos del 1% del volumen total de la atmósfera, pero producen un efecto invernadero natural intenso que frena la liberación de energía térmica en el espacio.
Estos gases contribuyen al aislamiento de la superficie terrestre contra las pérdidas de calor, algo que podría compararse con una manta aislante sobre una cama, por dar un ejemplo práctico cualquiera. Sin este efecto invernadero, las temperaturas en la superficie de la Tierra serían, aproximadamente en promedio, 33°C más frías.
El matemático francés M. Fourier (1827) ya había formulado la hipótesis de este efecto invernadero y, posteriormente, el químico sueco Svante Arrhenius (1896) lo relacionó con el cambio climático del pasado. El científico británico G.S. Callendar (1938) fue el primero en afirmar que los seres humanos, efectivamente, podían emitir gases de efecto invernadero en cantidades suficientes como para provocar un calentamiento global significativo.
En la actualidad, las mediciones demuestran que la concentración de las principales emisiones de gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono, se ha incrementado en un 30% en comparación con los niveles de la era preindustrial, en gran parte a causa de las emisiones provenientes de la combustión del carbón, del petróleo y del gas natural para la generación de energía, así como para la deforestación. Las concentraciones de las emisiones de otros gases de efecto invernadero más importantes (por ejemplo, metano, óxido nitroso, ozono troposférico y gases de síntesis como los fluorocarbonos) también han aumentado significativamente debido a las emisiones antropogénicas.
Los modelos climáticos utilizados para realizar estimaciones acerca del efecto invernadero han estiamdo que las temperaturas serían mayores sobre la tierra que sobre el mar, en las latitudes altas que en latitudes más bajas y que serían más importantes durante el invierno que durante el verano.