domingo, 21 de marzo de 2010

Diminutos robots circularían por la sangre para combatir el cáncer

Salud |22 Mar 2010 - 1:05 pm

Por: Julie Steenhuysen / Reuters
El estudio reportado en la revista Nature, llamado interferencia por ARN, podría funcionar en los humanos.

Investigadores estadounidenses desarrollaron pequeños robots de nanopartículas que pueden viajar a través de la sangre y hasta los tumores de un paciente enfermo para suministrar una terapia que desactiva un importante gen del cáncer.

El hallazgo, reportado en la revista Nature, ofrece pruebas de que un nuevo enfoque médico llamado interferencia por ARN podría funcionar en los humanos.

La sigla hace referencia al ácido ribonucleico, un mensajero químico que está emergiendo como un factor clave en el proceso de la enfermedad. Decenas de compañías biotecnológicas y farmacéuticas están buscando formas de manipular el ARN para bloquear los genes que generan las proteínas causantes de la enfermedad involucradas en el cáncer, la ceguera y el sida.

Pero dirigir el tratamiento al lugar correcto del cuerpo hasta ahora ha sido un desafío. Un equipo del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena, usó nanotecnología -la ciencia de los objetos muy pequeños- para crear pequeños robots de polímero con una proteína llamada transferrina, que busca un receptor o entrada molecular en diferentes tipos de tumores.

"Este es el primer estudio que logra entrar ahí y demostrar que está cumpliendo con su mecanismo de acción", dijo Mark Davis, profesor de ingeniería química y líder del estudio.


"Estamos muy entusiasmados porque hay mucho escepticismo cada vez que aparece una nueva tecnología", sostuvo Davis, consultor de la firma privada Calando Pharmaceuticals Inc, que está desarrollando la terapia.

El equipo de Davis descubrió que, una vez que las partículas encuentran la célula cancerígena e ingresan a ella, se rompen, liberando pequeños ARN interferentes que bloquean un gen que fabrica una proteína de crecimiento del cáncer llamada ribonucleótido reductasa.

"En la misma partícula hemos construido lo que llamamos un sensor químico", dijo Davis en una entrevista telefónica. "Cuando reconoce que ingresó a la célula, dice OK, ahora es momento de disolverme y liberar el ARN", explicó.
El equipo también encontró evidencia de que la terapia había desactivado al ribonucleótido reductasa, lo que sugirió que el ARN había cumplido con su función.

Davis no pudo decir si la terapia ayudó a achicar los tumores de los pacientes, pero uno de ellos obtuvo un segundo ciclo del tratamiento, lo cual sugeriría que sí.

Tampoco pudo aclarar si hubo algún problema de seguridad. El estudio será presentado en la reunión de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica en junio, informó.

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Julie Steenhuysen / Reuters |



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